Es justo enfrente de donde no se ve,
Donde están todas esas caras largas por el miedo.
Y el tiempo habla fuerte a través de los años, (y a veces parece que con soberbia),
Pues es tan perfecto que a destiempo ya permite que no seas.
Y es así que mas tarde, con todo su carácter encima, envejece;
El hambre que parece tener la mente como lo tiene la primavera al nacer y toda su sangre que lo riega,
El juicio de comprender los modales de la genética humana,
Y el arte de hacer funcionar nuestro cuerpo con todas esas caras largas detrás.
Pues bien, parece seguir soberbio el asunto, porque el tiempo persiste en retroceso también,
Y en toda su escala nosotros no logramos vernos,
Pues es justo enfrente de donde la libertad sueña con conocerse,
Pues es justo enfrente de donde la libertad sueña con conocerse,
Y cruzarse con uno mismo en un sueño siempre termina siendo irreal.