miércoles, 26 de junio de 2013

El Silencio del Sol...

Del acíbar al consentimiento,
De la astucia perdida por el constante conocimiento,
Del todos los días lo mismo.

Que un silencio suele estar demás en las noches que no me extraño,
Obligando a modificar el resultado de las otras direcciones,
De mis besos definitivos,
Al saludo obsesivo que logra el tiempo cuando quiere que ya seas parte de un recuerdo.

Entonces,
Hacia todos los lados,
Lo nuevo es exagerado,
Y lógicamente esto produce una sorpresa,
Un presentimiento cercano que mañana será idéntico a lo no perdido,
Y una suave respuesta que solo la costumbre podrá contestar con criterio,
A tan determinante cariño…

Es que en el aire solo sobran elementos que pertenecen a lo que nunca fue olvidado,
El ADN demencial de una provocación carnal y el verbo de la sangre,
Afinando en la frecuencia mental que el amor reluce cuando el cuerpo reproduce su elegancia;
De su estado neural en plena quietud,
Dentro de un supuesto pensamiento,
Hacia la distancia de la soledad;
El sol del silencio.

En si todavía no explico mis condolencias,
Pues la otra noche se me ha caído otro pensamiento desde el armario,
Y sucedió estar solo yo para recoger su inevitable esperanza echa piso,
Tan demás,
Como esas noches en la que uno extraña al silencio,
Y termina recordando,
Que todo esto sigue siendo igual,
Que los mismos días de siempre…