miércoles, 19 de octubre de 2011

El Escritor Ausente...

Será el escritor ausente quien afile la punta de su arte para secar sus lágrimas con palabras,
Será que tal vez conciente de cómo sangra el placer sigue haciendo arte con eso que es amarse.
Pues debe ser envidiable, es que sigue olvidándose hasta de si mismo,
Aún lo más increíble de todo es cómo suele arrojar sus palabras a la esencia de su razón, sabiendo que estas son el sentido más humilde de sus venas,
Sabiendo que la razón es el único sentimiento que hay en la mente…

Es el escritor ausente, quien muerde con sus sueños en la vena del futuro para solamente degustar su fruto y morirse en el pasado…
Más allá de ciertas consideraciones, hidrata su corazón con algo de sentido mental,
A veces recuerda su muerte y luego de ello implora  para lograr así persuadir su cultura.
Mira que simple es su belleza que nunca se lo ha visto lucir.
El arte de su educación lo aleja del mundo, de eso que es normal y algo agotante,
Es que a veces se rajan sus venas cuando describe y reescribe sobre el dolor,
A veces así, cuando llora con  sangre logra saber de la muerte y no recuerda sentir temor por ello.

Luego, en fin, con la punta de su arte bien afilada queda en silencio, al acecho de cualquier manzana que caiga del árbol,
Solo para cuando quieras tocar sus palabras,
El escritor proseguirá ausente,
Logrando finalmente que cuando este haciéndote el “amor”, no este cometiendo un pecado.


lunes, 17 de octubre de 2011

De que forma te vas a permitir ser…



Diletante y algo más que sabio,
Pero solamente en el cuerpo…
Luego seré un poco más interesante sobre mis palabras,
Simplemente más preciso que antes, 
Pues culturalmente uno evoluciona,
Para que todo el sentido trabaje más tranquilo cuando te expliqué;
Que uno llega a conocerse cuando recién se termina la vida,
Que humanamente el tiempo nos educa de costumbre y es eso lo que nos destruye,
Que lo único que existe como tiempo somos nosotros mismos  y tiene esa sola persistencia,
Que solo crecemos de la forma en que el error nos permite.
También que estoy de acuerdo con el amor,
Pero no de la manera que supuesta mente se vive.
Que la mente es la conclusión de nuestra naturaleza,
Que todo lo que razonamos como experiencia se reproduce en el cuerpo,
Que la inteligencia de la música y sus palabras son la conclusión de lo mismo…
Y que solamente así voy a permitirme ser.

sábado, 15 de octubre de 2011

El demonio de la no venganza.



Es de noche en el jardín de la inconciencia,
Y el demonio de la no venganza se alimenta de pasiones,
Logra usar a su gusto las manos de su clemencia,
Pues piensa herir cuando comente por qué la humanidad transpira sangre con dolor en supuesta libertad.
Íntimamente estas palabras lo conocen, esas que tejen con tranquila timidez su alboroto existencial y que con bronca de inocente hace revelar sus emociones.

Es de noche,
Y se sirve de la dieta mortal de los terrores, para decorar su álbum de letras.
Así y todo siempre respeta que llores.
Educa su razón obsesionadamente, no quiere dejar nada en manos artificiales,
Sabe que así el filo de su venganza seguirá doliente.

Recorre las brasas del insulto moral, cuando escucha el silbido de la infamia.
Traspasa así su sangre por las heridas de la histeria,
Sólo lo hace para refrescar su encanto, 
Solo así, saber quedar calmo después de muerto.

Se siente brillante en el jardín de su decencia.
Y reclama prudencia cuando el sueño se aproxima, pues conoce la impaciencia de la mente cuando en ésta asoma la gloria.

El miedo de promulgar sus ojos hace que tiemblen sus palabras,
Y en este último tiempo en el cual lo he cruzado bastante seguido,
Me ha comentado que estuvo tatuando sobre los renglones de su sangre una melodía de  letras para no olvidarse jamás que; la perfección actúa en el nacimiento y solo cuando abrazamos la muerte que sentimos vivir.

jueves, 13 de octubre de 2011

A su estilo.




Es el estilo de la memoria que juega así con lujos en el pasado,
(Tal es su realidad que luce mejor que nadie sobre el recuerdo),
Tal es así que cuando se borra el recuerdo se borra la vida,
Luego aquí, si nadie ha llegado a conocerte, comienza tus dudas de haber existido,
Y todo  resulta como la sangre y el aire, que lento viven, que en silencio dialogan con la mente sobre  este “nuevo” estilo: la ilusión, terreno en donde recuerdas que la memoria se nutre de eso que es futuro, para escribir tu vida con algo que nunca has vivido, la vida.   

Así es que puedo ver antes la sombra de esa hoja al caer,
Y así lograr ver su dolor antes que le llegue el golpe,
Llegando a saber que cuando se llega a herir, lo único que muere es la tierra.
Así será, supongo…
Que solo cuando se imagina, lujosamente se vive...

martes, 11 de octubre de 2011

Criticando el cítrico inconciente de las excelencias in excelentes.




De excelencias in excelentes:
Vamos inventando lo que fuere, pensando quizás que hemos sido inventados…
Lo supremo estará en la cara de la derrota hoy, pues es así que hasta la “inteligencia”,
Tiene valores de poder,
Diferencia…

Impresiona el dolor en el  mundo mental del humano  al dar de cuenta que uno a veces  quiere escaparse de sí mismo,
Que con tal vergüenza y con tal  temor creemos llegar a ser libres…
Que con cierta mente sangramos la conciencia de no quererse.
Comprendo que es difícil sacarnos de nuestras lágrimas,
Pero luego así, realmente lo único que se escapará de nosotros será la sangre.


De excelencias brutales,
El que tenga la capacidad de ser totalmente “inteligente”,
Podrá por fin  escaparse de la muerte para seguir muriendo.

Cítrico inconciente,
E Inconcientemente cítrico de lo crítico,
Vas odiando haber aprendido modales violentos,
Donde sabes quedar muy aburrido,
Tu muerte metal es la muerte de los humanos,
Y así ha llegado el tiempo en que dejes de jugar con ciertas armas:
Sabes, el miedo mata sin que puedas reaccionar,
Y el dolor  lo hace con la simpleza de su silencio,

Somos crítico de todas las palabras selladas en el corazón del mundo,
Sabiendo que la gente, allí, consigue todo tipo de elemento para  limpiarse la sangre con diferentes estilos de muerte…
Inconcientemente cítrico de lo crítico,
Aun elijo y elegimos la felicidad para poder desaparecer.