martes, 28 de enero de 2014

Elegancia.

En menos de un segundo de memoria,
Habían dicho dos palabras y fue algo ocasional,
Entonces nada volvió a ser como antes,
Era saber lo necesario que éramos para que la sangre explique hoy,
La dimensión de los elementos rítmicos,
El sabor de moverse tranquilo sobre el costado del posterior movimiento,
Que tiene el pensamiento,
Y  la forma básica de pasar al segundo siguiente,
Sin nada realizado.

Era el cuerpo lo que no me acordaba,
Por eso sabia todo lo contrario;
Pensar modifica el conocimiento,
Lo retuerce sobre todo el tiempo neural,
Y luego lo resuelve sobre la realidad,
Con otra lenta mirada del razonamiento,
A la sustancia original de la palabras ocasionadas,
Por el difícil acceso del silencio,
En tus modos casuales de perder el tiempo.

Así que el otro día,
Ya había soñado de forma distinta.
Todos esos movimientos lentos ocurrían dejando atrás,
Un dolor interminable.
Un romance de tiempo incierto,
Encerrado en dos palabras seguidas,
En el contexto de una momento elegante,
Con pocas lágrimas,
Y un solo silencio,
Solucionando,
La forma básica de pasar a la vida siguiente,
Despertándose sin recordar el dolor.