jueves, 27 de diciembre de 2012

Para mirarse despacio y no dejar de hacerlo.


La vez esa en que nos miramos despacio,
En ese segundo interno donde casi se desintegra el mundo,
En donde el nacimiento es mortalmente insospechable,
Y en donde el natural ritmo cardíaco disminuye el pulso biológico de la memoria…

Una razón prolongada de tristeza,
Encontrada allí sobre uno de los rincones del miedo,
Como producto cansino de la experiencia que reniega a tiempo lento la inmemorable libertad del conocimiento…

Y me pongo entonces a pensar que es lo correcto para que mí astucia humana sea salvajemente incorrecta,
Aquí, 
En el costado de mi inteligencia sobra soledad para que la puedas imaginar acompañada,
Y le mires despacio lo consecuente de su entretenimiento.
Lograras ver que sus segundos son el comienzo de un mundo eterno,
Donde el ritmo de su memoria destaca la realidad de un pasado vertiginoso,
Y donde su remedio caníbal es mortalmente desechable en lo sagrado del tiempo.

En fin, 
Esa vez en la que nos miramos despacio,
Pasé un minuto sin recordarme,
Y entonces me deje afuera del silencio para sentirme seguro en el pasado biológico de mi sexo,
Y poder así referirme a la realidad,
Sin ningún tipo de concepto imaginado.    

sábado, 15 de diciembre de 2012

Desde algo distraido...

Desde un surco distraído y justo en el momento de que me olvidaba, nos hemos vuelto a cruzar,
Para saber que la indiferencia recorre los rincones de la soledad sin dejarla respirar y discutir un poco sobre la sutil apreciación del sentimiento…
Esa mañana en que salí a caminar estaba de noche,  como un día normal en la característica de mi conocimiento.
Haberme levantado pensando hizo real el día y tambien todo su paseo, estaba tranquilo pues contenía de una jornada de poco trabajo y de pronto el aburrimiento iba a durar un poco menos de lo abitual…
Mientras tanto conversaba conmigo mismo de cómo esta echo esto de la densidad y lo indispensable que me resulta convertir mi sensación en el átomo de la música.
Y entonces producto de varias conclusiones observe que la lucha contra la irrealidad es lo único que me entretiene.
Para luego de todo eso, el tiempo estaba dinámico y ya la tarde me había alcanzado logrando en el brillo de su rocío una leve gestualidad de alegría sobre mi sensación,
El aire había ejecutado ya su hermosura sobre el razonamiento del viento y así este, tranquilo recorría la libertad chocando contra nosotros mismos, contra los árboles, contra la soberbia de algún edificio y contra la voluntad de mi sangre sin disolver su sustancia de egoísmo.
Algo de lo ejemplar que significa ser espacio y  argumento de lo que goteando en el cuerpo es una lagrima de sabor a mente.
Pues creo que todo esto tiene un ritmo neural y es indispensable poder consolarlo en sí…

Finalmente ya sumergido en la noche, mis pulsaciones se estaban agotando, el trabajo había consumido lo interesante de mi energía y el alcohol me esperaba con una servilleta debajo de su garganta para relajar aún más lo poco que había ejercitado yo de mi de sabiduría.
Sabia así que caminando me suceden cosas específicas y desde luego fue que te cruce, o quizá nuestras ganas lo intentaron así…
El tema era que estaba distraído, entonces eso me resolvía en algo bueno como lo suelen hacer esas situaciones,
Es que ahí estaba tu mirada y mi corazón que corría a lo nervioso,
Algo que en estado mental me vuelve loco al recordar que eres algo tan real como tan hermosa,
Que quizá lo sea por tu vestimenta negra, en la de donde no se sabe en que lugar dejas tu tristeza,
O tal vez será por el sentido de mi gusto...
En fín, creo que luego no me interesaron muy por demás todas esas palabras, fue un entrenamiento lógico supongo pero yo mientras tanto disfrute de mirarte, desde mi imaginación,
Aunque sea un poco…   



15/12...

jueves, 13 de diciembre de 2012

De alguien...


Soy de quien no para de pensar…
Pero que a su vez comprende que el cuerpo,
Entiende mejor las cosas que el estilo propio del conocimiento.

Una gestualidad en lo impensado y la sutil sorpresa de mencionar lo sucedido…
Podrás ver que todo alrededor lo ha sido creado y  merecido aún,
Pero a su vez pensaras que fuiste parte de todo eso que no has creado de ti…

Sugerir naturalmente lo in comprobable que tiene el concepto de la palabra, 
Y a su vez observar en el desarrollo de su sentido que es soberbiamente sagrado.  
Algo así como el pulso de esos silencios que a veces terminan doliendo de cuan sordo han sido…

Aún así el agua como sangre de esta tierra,
Provoca el movimiento indispensable para lograr bailar con tranquilidad sobre la esclavitud del miedo.
Pero en si lo profundo termina siendo lo peligroso,
Por la lógica presión que existe en su densidad,
Obviamente un mecanismo mas de exceso...
Es que es sustancialmente demencial  estar de acuerdo con los parámetros de los gustos y su exigente dominio,
Entonces de vuelta al agua el pensamiento se enfría y se hace silencio luego de ya haber sido lamentado.

Soy de quien no para de ser, en sí…
Y de algo más que no lo estoy recordando…
Fui de todas esas palabras que se han borrado por culpa del tiempo y de uno mismo,
Y aún lo sigo siendo, claro...
Es parte de ponerse a pensar y luego dejarlo en el olvido.
Es que a veces, el camino que uno crea es parte de ese sentido que tiene el silencio al hablar sobre lo prohibido,
Cumpliendo con el recorrido que en la sangre de nuestro cuerpo remedia el sentido de la soledad.

martes, 4 de diciembre de 2012

Tela de sangre.





Reproches inconcientes hasta lograr estar de acuerdo con uno mismo,
Y lo frágil que es perdonarse de todo eso…
Entonces de tanta experiencia exprimida parece inconsolable la soledad de los actos,
Un momento de todos esos en donde la responsabilidad se dibuja cayéndose,
Como la sangre de un segundo perdido en el tiempo…

Pulsos parecidos a la vida misma,
En esa tela de sangre que brillante de tantas lágrimas,
Sostiene hasta dicho dolor prendido fuego,
Y que ya ni cicatrizantes necesita su tiempo,
Por tanta gente que perdida allí lastima su hermosura,
Con el humor del aburrimiento.  

Es el paso del sexo sobre lo cautivamente del pensamiento,
Hasta ser conciente de todos eso reproches y finalmente olvidarse de uno mismo.
Entonces la memoria empieza a comprender lo ejecutante de la sabiduría,
Solo hasta que sonrías despacio serás un argumento de la experiencia,
Y luego testigo de toda esa sangre encontrada en el tiempo.

Pulsos parecidos a la arteria del conocimiento,
Y la historia del amor suplicando ser correspondida.
Un cuerpo más pidiendo justicia por lo insoportable que es estar perdido.
Y no hay duda de cómo evolucionan nuestros temperamentos así,
Es que al compás de esa lagrima de sangre y hueso que somos, 
Incorporamos un sentido especial en el pensamiento,
Y luego cuando ya nos aburre demasiado,
Determinamos simplemente  hacerlo silencio…
                                                                  y así,
                                                                        sucesivamente…