jueves, 12 de diciembre de 2013

El segundo pasado del recuerdo.

Con ganas de no ser tanto,
Uno encuentra la manera de sentarse a pensar…
Entonces,
Una vez que coincide eso de empezar a mirarse,
Comienza el otro lado del cuerpo con eso del amor;
Esta cuestión de sentir el deseo de morirse sobre sus labios, para siempre,
Parece solucionar el resto de todos los días,
Pero solamente soluciona un segundo de imaginación,
Y el otro modo de saber cómo duele el tiempo,
En tus ojos,
Y el resto de una mirada,
Con ganas de no ser tanto.


Así,
En tus ojos,
Esta la manera de sentarse a pensar…
Que en sí,   
El tiempo,
Es la parte que el cuerpo no recuerda;
Luego,
Esta empezar con todo esto de imaginarse,
En un lugar contrario al que uno siempre se encuentra,
En donde la genética del pensamiento,
Resuelve con prudencia el dolor de los olvidados,
En el tiempo que ninguno protege con ganas,
El sabor de ser,
Un segundo pasado del recuerdo,
Que deja sin verdad,
Con solo suponer,
Lo que habías vivido,
Dos veces en el segundo siguiente.


Ser uno de los tantos,
Que no terminan,
Ni hasta en el fin del mundo.
Lo que se había olvidado en tus recuerdos,
Era el modo de ejecución del tiempo,
En la biología mental,
Del instrumento verbal,
Sobre la contraria situación de esperarse a uno mismo,
En otro lugar,
Que en realidad,
No se había desocupado.

martes, 12 de noviembre de 2013

Abogáfico.

Era cuestión de sentarse a pensar,
Y resolver tranquilo lo que en un segundo se quedo sin vida.
Hasta que no lo vio con sus propios ojos,
No pudo comprender la densidad real de la situación.
Un punto de vista diferente que el tiempo supuso con el cuerpo,
Fue el aspecto racional que determino lo insoportable que es pensar,
Como así también,
La manera de sentarse...

Sin embargo él,
Entendió al instante que la belleza  fue el modo más efectivo  que tuvo el miedo para enamorarse.
Explicando así,
Todo lo que luego fue su tiempo.
Estaba por volver a nacer,
De modo que tenía que explicar de dónde venía con todos esos años.
Su virtud era la de desaparecer hasta del silencio,
Pero cuando uno se pasa del tiempo no se puede disimular.
Lo que no existe es siempre lo más importante,  
Y más en horas previas a la realidad.
Es así que no sé sabe si fue cuestión del destino o que,
Pero justo cuando comenzó a vivir,
Se largo a llorar…
Algunos dicen que es por la lógica despedida,
Otros lo relacionan más con la biológica sensación del aire,
Pero yo lo atribuyo al pulso ideal del pensamiento,
Y sus ganas de explicar desde el inicio,
Que el amor,
Es otra forma de pensar y nada más.

Ahora bien,
Luego de adolecer su sexualidad,
Conservó el humor debajo del arte,
Fue el abogado de su excelente naturaleza,
Y de filosofo paso a ser un segundo más,
De esos que el tiempo ya ni recuerda.
Se decía que estaba enamorado de la evolución,
Y que de apoco le fue comprando su experiencia,
Pagándole así,
Con todo su cuerpo,
El sabor de morirse con un nuevo conocimiento;
La tierra traga con dolor esa historia que no respira,
Y la memoria lo deja vivo,
En algún punto de vista.


martes, 29 de octubre de 2013

La ultima parte del tiempo.

El día se quedaba sin tener que ser,
Entonces había tiempo,
Para que las explicaciones sean más precisas,
Con el viento de los ojos mirando detrás del miedo,
Un detalle pasar,
Argumentando el paso del tiempo con la piel más arrugada,
Asegurando que el corazón es el ejemplo de la sangre,
Y que a veces,
Él,
También se queda sin ser.

La explicación tenía un segundo menos de la palabra correcta,
Así que la insistencia no era confiable,
De manera que la realidad comenzaba,
A dejar de existir un poco,
Sobre el movimiento débil del segundo siguiente;
 Era cuestión de acordarse,
Que hacía ya,
Diez años que se podía extrañar.
Entonces pedirle una vez más,
Alguna de todas aquellas lágrimas, a alguien,
No era demasiado resolutivo.
Mismo sabiendo uno, la parte esa que nunca existe.
Es así,
Que las miradas comenzaron con esto de las certezas;
Dejar pasar al pensamiento, en ese tiempo, estaba de moda.
Y no hacía mucho que el día había vuelto a tener que ser,
Entonces con cada segundo que pasaba uno se daba cuenta de todo,
De modo que la piel ya no era necesaria,
Y mucha menos toda su cantidad de arrugas.
Porque detrás del conocimiento,
Estaba la otra manera de explicar,
Que había veces,
Que pensando,
Uno esperaba más lento.
Entonces,
Los detalles se volvían cansados,
Y los gestos algo decisivos.
Comprendiendo así,
Que siempre,
Lo último,
Era el tiempo.

martes, 1 de octubre de 2013

Despacio en el verbo.


Es que he hablado tanto contigo,
Que no recuerdo saber mi nombre.
El asunto no es que me pierda,
Sino que esto,
Es un estilo más,
Como en todos esos números que marcan del tiempo,
Una forma de no olvidar,
Despacio,
Sus agujas y las venas,
Que costuran la repetición,
En el modo del silencio.

Así es que,
Solo me gusta tu voz,
Esa que por suerte es poca,
En la que hoy,
Como en todas las cosas que tengo ganas,
Modifican la sensación esa,
Que es callada.

Algo así,
Como un verbo,
Y encima viejo,
Calcinado por el agua de las lágrimas,
Y el corazón descalzo desde temprano,
Al contacto eléctrico;
De romper la memoria con el cuerpo,
En la edad donde la decencia,
Cuestiona histericamente la repetición del sexo,
Hasta olvidarse de los nombres,

Del ejemplo de tus labios,
Y de todo lo otro,
Que son argumentos.

La imaginación en si,
No es de nadie,
A no ser que seas parte de lo que no habla,
En la mente,
Quien deja suficiente espacio en el verbo,
Para pensar una vez más,
Algo de menos.
Pues es el segundo estado de la memoria,
En donde guardamos el silencio,
Y el mismo modo de aceptación,
Porque el tiempo habla mejor que nosotros,
Cuando uno esta cerca,
De lo que siempre quiere lejos.




martes, 10 de septiembre de 2013

Masticular.

Del estilo que quedaba,
Era el más vulgar de todos.
Eso de ponerse a pensar una vez más,
Asegura el resultado de la realidad.
Provoca que el sentido del tiempo no quede solo ante el momento de la vida,
Y de paso controla el movimiento perceptivo,
En el lugar donde uno desaparece del tiempo,
Y comienza de forma lógica,
Con eso del pasado.

Claro esta,
Que todo es más tranquilo que la inteligencia.
El solo hecho de que nadie pregunte por tu nombre,
Lo explica talvez el progreso de la soledad,
En los rincones esos,
Donde se oxigena la adictiva forma,
De no querer hablar.
Así,
Hay veces en donde uno tiene que explicar su sentido,
Solo porque es el modo necesario de practicar con la realidad;
Las situaciones perdidas,
Que de inteligentes,
Se convierten en palabras,
Algo así como en alguno de todos los nombres,
Del conocimiento,
Que de tanto estar hablado,
Se aburre,
Y que después de estar aburrido,
Nos hace dar cuenta,
De lo fácil que es ser inteligente.

Es que en si,
Uno no toma tiempo ante las cosas que no sabe.
Como el perfecto estado de ser impreciso,
Para dar un ejemplo,
Y luego otro,
Y otro…
De cómo quieres recordar,
Las cosas que no dijiste,
Porque en silencio,
Es más lindo,
Ser inteligente.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Por estar menos recordado.

En si,
Las cosas eran parecidas al cuerpo,
Entonces,
Todo termino siendo algo de lo no necesario,
Eso de saber a tiempo;
Que aveces se nos cae de la memoria,
La repetición de las horas,
En el gesto injusto del pensamiento y todo lo contrario,
De la última realidad;
El segundo después,
De lo que no sos.

Desde el cuerpo necesario del conocimiento,
Al dialogo de un cuello abierto,
Que comprende la densidad de una palabra propuesta por el reloj,
Y entonces,
Son del labio los detalles mencionados.
La forma supuesta de existir,
Es que cada uno tiene en el mundo,
Una forma de ser olvidado.
Pues así, 
Ya pasado hasta del tiempo,
Se esta como en el otro lado de la palabra,
Advirtiendo uno;
Que todo esta por ser recordado,
Y que podrá empezar así,
El día de las conclusiones.

Ahora bien,
Esto es un punto a favor de la mente,
Que tendrá la opción de olvidarse,
Detalladamente,
De las palabras gesticuladas,
Por la espera obediente del cuerpo,
Porque de todo ese tiempo,
El menos posible,
Todavía,
No ha pasado.



sábado, 10 de agosto de 2013

Del cuerpo a la teoría


Sobre todo por esa especie de situación cerrada,
En la explicación breve de un silencio,
Por las cosas que se pasan del tiempo;
En la realidad esta que no recuerdo haber olvidado,
Sobre el carácter silencioso de una soga,
Que en libertad espera algo,
Del gesto caprichoso de tu cuello.

Aún se pasa del cuerpo a la teoría sin dejar al personaje de lado.
Así que por lo pronto,
Yo,
Provocare el juicio de las cosas insensibles.
Pues con tanto amor simulado,
No será posible que en la cirugía mental,
Se modifiquen los argumentos precisos de la acostumbrada muerte, 
Ante el desarrollo natural de pensar con el cuerpo;
La ruptura  molecular del oxigenante silencio.

Olvido entonces,
Que las cosas se pueden recordar,
Lo olvido porque hay mente en el costado del tiempo que permite guardar;
Todos los besos de tu cuello,   
Pues caprichosamente la biología deduce con el paso del tiempo que la muerte ya no es una probabilidad,
Y que en si,
Puede ser la última manera de explicar el miedo,
       y nada más…

miércoles, 17 de julio de 2013

El olvidado caso de la sangre.

La multiplicidad del placer exacto,
En una de las tantas versiones del miedo,
El ejemplo a seguir de un joven exagerado por el silencio y la adictiva compañía de  la música,
Ante todo eso que eran explicaciones,
En el tiempo cerrado que hay en una herida.

Entonces durmiendo esta el verbo del pasado como algo subyugado,
La justificación exacta de los que no vive,
Y que luego se convierte en el personaje principal del futuro…
De manera que todo lo que este despierto allí detrás seguirá estimulando;
Al número del cual no recuerdo haber nacido,
Al razonamiento sustancial de las cosas olvidadas,
Que significa al concepto de que es necesario morir,
Porque es la segunda situación de la vida,
En las venas estas que son conclusiones.

Es que a veces sucede así,
Toda la geometría lograda en la sangre practica con genética,
El resultado mortal de un pensamiento elegante,
Vestido de tal forma él,
Que de tanta apariencia in sospechable,
Puede ejecutar una idea sin ser el absoluto culpable de la realidad.

El múltiplo de la mentira,
Ante la inteligencia de una costumbre.
La paciencia exacta de lo que no es,
Y eso de antes que esta encerrado,
En cada día que tengo que explicar,
A ellos,
Tus pensamientos. 

viernes, 12 de julio de 2013

Los últimos en el tiempo.



Cíclico en el fuego,
De las otras herramientas sensibles sin conocimiento.
Y ya que somos los últimos en el tiempo,
Puede uno no terminar escuchando;
Como debajo del corazón respiran los recuerdos de la sangre,
Haciendo memorar,
Que todo se sostiene por su pulso,
Y que si algo pasa con algunas de sus lágrimas,
Tratara de explicar con muerte a eso de lo que el fuego es sensible.
Pues la suma del dolor convertida a lágrima se contiene como una respuesta;
Distintas versiones de la pasión,
Y sin embargo una lágrima cayendo sobre el fuego puede  volver a convertirse en sangre,
Y luego apagarse,
Pues es tísico su pensamiento de tanto que llora.
Es que el corazón no quiere tener más elementos humanos debajo,
Y menos que sean recuerdos…

martes, 2 de julio de 2013

El criterio de lo que no importa.

También saberse al mundo de memoria,
Como el pulso genético de la evolución.
Y creo que ya te he demostrado cuanto se de todos tus besos,
De los que por distintos motivos no respetan la ignorancia de la belleza,
En una personalidad egoina.
De los que algún día tendrán la opción de ser perfectos ante el duelo de la juventud,
Y fallaran contra la puntería del corazón,
Siendo ellos mismo parte de la sangre.

Pues bien,
Uno divierte su cultura y la locura empieza a ser exagerada,
Con ello las razones son inexplicables y la mente queda en retroceso.
Es que detrás,
Esta el instinto que infilia el todo de su argumento.
De manera que uno puede ir acostumbrándose al momento,
De elogiar el punto de vista de tu belleza,
Ante los elementos necesarios del deseo.
  
Mirar quien soy,
Al ir desperdiciando el silencio,
Y coincidir;
Que después del odio es mejor hacerse noticia;
Pues los objetos de la mentira serán bastantes reales en sí,  
Luego el criterio de lo que no importa tendrá su sentido de pertenencia.
Es que seguimos probando cuanto soporta esta cultura ante el estimulo del método,
Solemos coleccionar en su esperanza el resto del egoísmo,
Con la sangre del labio que la impostura necesita,
Lógicamente una no aconsejable forma de dispararse,
Y errarle de nuevo al mundo,
Aunque sea él,
Uno solo…

La alcohólica dicción de respetarse conmueve,
Y el sentido obligatorio de las sensaciones mentales,
Queda tirado,
Allí debajo,
Como de un pasado,
Del corazón.
Haciendo de muestra como uno falla con el pensamiento,
Ante el rumor narcótico del tejido experimental,
Al intelecto,
Y sus sutiles argumentos.

Desde ya,
Hoy será el fin,
El día de la elección…
El de un saludo que supone respirar,
Y será así,
Estoy acostumbrado a pensar en lo que no recuerdo,
No puedo ser entonces de otro modo,
Pues mis puntos de vistas son la imaginación de tus besos,
De esos que tendrán la oportunidad de ser perfectos,
A partir de siempre.



miércoles, 26 de junio de 2013

El Silencio del Sol...

Del acíbar al consentimiento,
De la astucia perdida por el constante conocimiento,
Del todos los días lo mismo.

Que un silencio suele estar demás en las noches que no me extraño,
Obligando a modificar el resultado de las otras direcciones,
De mis besos definitivos,
Al saludo obsesivo que logra el tiempo cuando quiere que ya seas parte de un recuerdo.

Entonces,
Hacia todos los lados,
Lo nuevo es exagerado,
Y lógicamente esto produce una sorpresa,
Un presentimiento cercano que mañana será idéntico a lo no perdido,
Y una suave respuesta que solo la costumbre podrá contestar con criterio,
A tan determinante cariño…

Es que en el aire solo sobran elementos que pertenecen a lo que nunca fue olvidado,
El ADN demencial de una provocación carnal y el verbo de la sangre,
Afinando en la frecuencia mental que el amor reluce cuando el cuerpo reproduce su elegancia;
De su estado neural en plena quietud,
Dentro de un supuesto pensamiento,
Hacia la distancia de la soledad;
El sol del silencio.

En si todavía no explico mis condolencias,
Pues la otra noche se me ha caído otro pensamiento desde el armario,
Y sucedió estar solo yo para recoger su inevitable esperanza echa piso,
Tan demás,
Como esas noches en la que uno extraña al silencio,
Y termina recordando,
Que todo esto sigue siendo igual,
Que los mismos días de siempre… 

miércoles, 15 de mayo de 2013

El final del conocimiento.



Una casi insoportable memoria,
De los días del no pensar,
La magia suponiendo el intelecto residual de todos los argumentos que son preguntas,
Hasta las consecuencias elementales del cuerpo entero.

Es una vida eterna en el tiempo de un segundo,
Un recuerdo exagerado,
Un fantástico pensamiento que ordena la consulta ilustrada del miedo,
Marcando el límite que el sexo ignora en el sur de la verdad.

Pretender salir del aire y dejarse olvidado hasta para la muerte,
Todos le aportamos al miedo una cuestión interesante con las cosas no pensadas,
Entonces no hay nada que detrás del silencio no este sospechado.
De manera tal que es moderno ponerse hablar con exceso de todo lo siempre hablado…

Rasgos de un ridículo mental en una pregunta insoportable,
No más que un detalle del vino, 
Volcado sobre la experiencia de la risa y el calor humano de una cama sin pesadillas.
Luego el rostro desaparece y la costumbre de moda es la de olvidarse,
En si, son los días del no pensar,
Para preguntarme lo mismo que nunca me había preguntado.

sábado, 4 de mayo de 2013

Lascivia mental.




La incapacidad semejante de seleccionar lo divertido,
Desde el rítmico miedo del conocimiento.
Un grado más de inteligencia supuesta mientras que la costumbre, 
De manera increíble, 
Termina modificando la genética….

Para todo esto el artículo ya leído de la inclemencia,
Da motivo a la fistula del razonamiento para conducir la historia como si fuese sangre desperdiciada con criterio los objetos de la experiencia.
Entonces fácil es subjectar lo acostumbrado a una cuestión irresponsable.
Pensar demasiado es un signo adictivo,
Una vulgar virtud del quicio,
O un modo de desordenar el tiempo…

Hace ya casi dos millones de años que recordamos que existe lo que no somos,
Una excusa exagerada,
Y algo de eso divertido que fue seleccionado para educarnos el conocimiento;
Del fisio adyacente al nacimiento, 
Conquistado por todo lo que involucra hacer funcionar el método del amor,
Por los bordes peligrosos de la costura del silencio.

Aire elemental en lo perceptivo,
Pues la conducta mental funciona por aburrimiento,
Y encima dentro de la cicatriz lo mortal ya es sagrado…
Entonces le respondo a la sensación de saber que no somos recordados por el silencio,
Pues hacen ruido esas lágrimas que nos lloran cuando el dolor es in experimentado…
Y no se sabe entonces,
Que lo inteligente es ser un poco hábil para ir pensando ya,
Que somos humanos por costumbre del conocimiento…     
 


domingo, 21 de abril de 2013

Tus ojos de lo menos posible.





Y si quieras fuiste ni amigo del alma,
Como también así de la importancia…
Aún culpable de lo menos posible,
Porque extrañar depende del tiempo.
En un refugio natural muy parecido a la oscuridad,
O en la soledad,
O como uno quiera llamarlo…

Geomancia sobre el ojo de los cuatro muertos,
Haciendo depender del dolor,
Para que lo siguiente sea más de las mismas preguntas que nunca.

Y así, el pasado bien proporcionado sobre terreno vulgo, 
Obvio, 
Nada más inteligente!!!
Es que no ser amigo del alma contiene estos mismos resultados,
A veces es difícil pero ocurrente pensar que uno va a terminar en otro lado, 
O de otra forma talvez, 
Sin embargo no hay opción,
Hemos desperdiciado hasta nuestra forma de querer morir,
Y es por eso que lo conveniente es ser culpable de lo menos posible…

Solamente una imagen lasciva entre la mente y lo perfecto,
Un saludo de dirección obsesiva,
Un recuerdo importante que conmueve lo del futuro y termina funcionando como única realidad,
Geomancia en tus ojos de lo menos posible,
Y nuevamente algo olvidado que será importante…

domingo, 24 de marzo de 2013

El profesor del cuerpo.


El trabajo de algún comediante y de por medio el humor atestiguando el accidente de reírse cada vez menos.
Algo exultante y de mucha percepción,
Los gestos hablan traicionando el idioma del silencio,
Suponiendo que aquí nadie comprenderá su inquietante perspectiva.
Allí las razones del conocimiento prosiguen interesantes cubiertas de misterio.
Adentro esta la información de lo deseable,
De todo lo que desea el miedo, pues desde un plano antagónico, es el único que puede ser feliz.

Mi cuerpo esta calibrado por la in costumbre,
Función que en la locura es de forma lógica.
Solo en el instante que falte una lágrima de sangre sobre tu corazón, hablare de mis razones olvidadas, reemplazando su dejado silencio,
Y luego, por suerte ese lugar será mío y de todos tus recuerdos.
Como aquel instante en donde la muerte queda a mitad de camino por la costumbre de todos esos días que nos hacen pensar en el amor.

Y sigo trabajando siendo cómplice de la comedia.
El profesor del miedo ejecuta el dolor como secuencia del tiempo y así se desarrolla el orden.
Una síntesis del método modernizado que sugestivamente reemplaza al sentimiento con la posibilidad de que todo sea mejor para el futuro…

Mi cuerpo esta calibrado por la in costumbre,
Función que en la locura es de forma lógica.
Entonces, me es el movimiento una solución considerable,
Ya que la sangre se introduce como instrumento genético en el sabor del pensamiento,
Y me duele mucho tener acordarme, 
Que ya es hora de ir olvidándome.
  


martes, 26 de febrero de 2013

El personaje de este estado perdido...

El personaje de este estado perdido menciona el concepto;
La adicción biológica del pensamiento esta bien por dentro de un circuito que desde afuera se ve algo importante,
Rasgado por los consentimientos responsables de la inocencia en prematura conciencia, 
Se recrean los espacios mortales del aire que nos rodea,
Para que todo lo que reste sea una simple vida.
Es como la colección de tus labios perdida sobre el razonamiento, 
Y el perdurable conocimiento del dolor que cuesta demasiado caro a la hora de dormir para terminar simplemente estar soñado y nada mas…

Que despacio como el silencio y luego de tanto funcionar,
Se van oxigenando los comportamientos irreales del cuerpo en relación a la frecuencia cardíaca, Hasta lograr el pulso justo de lo deseado,
Y consumir ese entretenimiento llamado tranquilidad.
Algo así como sucede con el amor que siente un maniaco por las virtudes del miedo…

Pero aún dentro de todo esto, 
El personaje parece seguir algo perdido,
Como ves, es solo su paseo por la distracción,
Algo de lo que consume siempre de cierto momento,
Y así va, 
En distancia a lo que su mundo pasado le recuerda y es por ello que no es casual su procedimiento.
Esta loco desde lo interesante y así produce su objetivo,
Practica con la muerte saber amar y le gana al dolor con sus propios dardos,
Aunque este sea un resultado bastante peligroso dada su adicción a el pensamiento.

Pues termina algo acostumbrado al perder la violencia en su estado mental.
Aconseja caminar perdido por todos esos lugares parecidos al conocimiento,
Pero sin ningún tipo tiempo;
Es lo más conveniente así, 
Ya  no nos hace falta educar al instinto que mantiene vivo lo humano que es el tiempo y su poca persistencia. 
Hace rato ya se ha convencido de que el arte es una manera de impresionar al miedo por la falta de costumbre que tiene el humor de la libertad.
Entonces promete ser parte de la realidad para que su función sujete el animo natural de impresión,
Y deje de soñar con el silencio que hay en su memoria.
Sabe así que trascenderá su importancia lógica que contiene este pensamiento al llorar por lo que se extraña,
Solo así se reencontrara sobre la profundidad del conocimiento,
Para mencionar al pasado como único testigo de la muerte y se reirá de ello,
Pues en fín sabe, que ya no tiene más ganas de acordarse,
de que aún,
sigue algo perdido.

miércoles, 23 de enero de 2013

Orgona, (All tomorrow´s party).

Estragos en la personalidad y el tiempo como sujeto de uno mismo,
Un cuerpo dedicado en la demencia a resolver con métodos inteligentes los momentos de la vida;
Todo urgido como comentario del pensamiento y sus ganas de exigir,
Hasta justificarse bien entendido en respuesta de lo que hayas evolucionado...

Turbar ese orgón indispensable de la mente, 
Y luego convertirse en la sangre desperdiciada de algún cuerpo,
Para evitar pronunciar a la tristeza como ceremonia principal,
Y diluir con eso ser los protagonistas de la muerte.

Luego el estado constante de las ganas superara los conceptos imaginados de la verdad,
Y el descontrol biológico respetara así a la mente como destino de esta vida…
Se ha pasado el cuerpo jugando a las escondidas,
Con muchos de esos amigos parecidos al silencio,
Y entonces en respuesta de todo esto, 
A la personalidad solo le quedara tiempo para esconderse y disculparse  con dolor por todo su compromiso,
Allí tan detrás,
Tan detrás que ni siquiera será pasado…

Ahora si,
Puede ser esto un elemento químico desnudado por el sexo y sus ganas de sufrir, 
Hasta que no se quiera llorar más y se tenga que conformar con solo existir,
Esa energía fundamental es para mañana el significado de toda una ciencia en estado de crítica,
Un argumento de la salud humana en tiempos iguales a este que están violentos por tanta competencia.

Pues lógicamente repito!…
Se ha pasado el cuerpo jugando a las escondidas,
Con muchos de esos amigos parecidos al silencio,
Entonces en respuesta a todo esto, 
Mañana podremos jugar otro rato…
Y eso es lo peligroso.

jueves, 10 de enero de 2013

Otro estilo de tiempo...

Alguien se robo el estado natural del hambre,
Y todo eso de uno mismo.

Más allá de todo lo programado, 
Es una sensación casi de serpiente lo especulado.
Un ritmo y la función natural de la pasión,
Surgido desde una acumulación de sensaciones desperdiciadas,
Y el circuito del tiempo que prolongado en la historia de lo ocurrido,
Hace de esto un estado mental como producto de todo este cuerpo…

Pues así, 
Es más la vida que el hambre y algo de eso de saber que me excitas…
Probablemente  el cuerpo equilibrado con la historia de los días,
Fracture el arte de las ilusiones en cuestiones reales,
Y entonces, 
De acuerdo al pulso de la conciencia y su continuidad, 
Podremos entender cuanto dolor tiene la muerte al hacerse realidad, 
Ante obviamente nuestra percepción ajena…

Haber, 
Es la calidad del tiempo goteando minutos de sangre en el corazón del miedo,
Contando lo insoportable que es el circuito de la educación sobre el instinto humano,
Y lo obsecuente del hombre con su talento de adicto…

Entonces me acuerdo que tengo que recordar esas razones que por imaginación propia,
Hacen hacerme testigo de lo que suceda en el futuro…
Algo así como el responsable,
Y es así,
Ya que es tiempo siempre lo que termina sobrando, 
Me voy a dedicar a extrañarte pero como se debe hacer;
Con un poco de lo alérgico que es el instinto 
Y conservando la calidad de sus elementos que provocan tanta locura en la mente,
Que luego es logico que nos vuelvan a robar el hambre...