sábado, 10 de agosto de 2013

Del cuerpo a la teoría


Sobre todo por esa especie de situación cerrada,
En la explicación breve de un silencio,
Por las cosas que se pasan del tiempo;
En la realidad esta que no recuerdo haber olvidado,
Sobre el carácter silencioso de una soga,
Que en libertad espera algo,
Del gesto caprichoso de tu cuello.

Aún se pasa del cuerpo a la teoría sin dejar al personaje de lado.
Así que por lo pronto,
Yo,
Provocare el juicio de las cosas insensibles.
Pues con tanto amor simulado,
No será posible que en la cirugía mental,
Se modifiquen los argumentos precisos de la acostumbrada muerte, 
Ante el desarrollo natural de pensar con el cuerpo;
La ruptura  molecular del oxigenante silencio.

Olvido entonces,
Que las cosas se pueden recordar,
Lo olvido porque hay mente en el costado del tiempo que permite guardar;
Todos los besos de tu cuello,   
Pues caprichosamente la biología deduce con el paso del tiempo que la muerte ya no es una probabilidad,
Y que en si,
Puede ser la última manera de explicar el miedo,
       y nada más…

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