sábado, 4 de mayo de 2013

Lascivia mental.




La incapacidad semejante de seleccionar lo divertido,
Desde el rítmico miedo del conocimiento.
Un grado más de inteligencia supuesta mientras que la costumbre, 
De manera increíble, 
Termina modificando la genética….

Para todo esto el artículo ya leído de la inclemencia,
Da motivo a la fistula del razonamiento para conducir la historia como si fuese sangre desperdiciada con criterio los objetos de la experiencia.
Entonces fácil es subjectar lo acostumbrado a una cuestión irresponsable.
Pensar demasiado es un signo adictivo,
Una vulgar virtud del quicio,
O un modo de desordenar el tiempo…

Hace ya casi dos millones de años que recordamos que existe lo que no somos,
Una excusa exagerada,
Y algo de eso divertido que fue seleccionado para educarnos el conocimiento;
Del fisio adyacente al nacimiento, 
Conquistado por todo lo que involucra hacer funcionar el método del amor,
Por los bordes peligrosos de la costura del silencio.

Aire elemental en lo perceptivo,
Pues la conducta mental funciona por aburrimiento,
Y encima dentro de la cicatriz lo mortal ya es sagrado…
Entonces le respondo a la sensación de saber que no somos recordados por el silencio,
Pues hacen ruido esas lágrimas que nos lloran cuando el dolor es in experimentado…
Y no se sabe entonces,
Que lo inteligente es ser un poco hábil para ir pensando ya,
Que somos humanos por costumbre del conocimiento…     
 


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