jueves, 26 de julio de 2012

Parecido a la mente.


Es cuando prende el fuego, 
En ese momento solo y nada más,
Ahí puedes observar como se detiene el tiempo y se fractura de calor todo lo que queda de la mente,
Un resultado tal que modifica al miedo en cuestión de segundos,
Así, 
Como un asesino verbal de buena ejecución,
De modales sutiles al seducir con el concepto de su cuerpo,
Como así también cuando utiliza el método de sus consecuencias.

Todo bien controlado y con el pensamiento elegante,
Funciona de acuerdo a lo que la memoria va dejando de reconocer como experiencia, 
Tal vez es demasiado arriesgado, 
Pero solo responde  a su instinto de supervivencia social, 
Con eso solo aprende del fuego que aún apagado por el miedo no dejara de lastimar.

Es que solo imagina al amor como producto natural de la conciencia,
Y con ello no reconoce de sus efectos secundarios.
Hay instantes y todo de eso pues la soledad insiste del tiempo a que continúe generoso, 
Así con su paciente frecuencia… 
Es que ella, 
Como buena asesina,
Aprovecha al silencio para modificar el resultado,
Y  el amor quede con calor de todo lo que se ha quemado de insistencia.

Otro momento frágil en el terreno de la mente,
Y vez, que va y viene sin dejarse de estimular, 
Que continuamente atraviesa los diversos placeres con su egoísmo elegante de sabor sin cuerpo,
Y es ella y nada más, 
En ese momento solo y con sus lágrimas cayendo, 
Tratando de apagar el fuego,
Del pensamiento. 

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