domingo, 11 de noviembre de 2012

Evolución permanente.


La rara forma de saber que uno va perdiendo algo que precisamente no es de uno…
Y entonces, obviamente,
En cuanto a todo lo que queramos perfeccionar,
Solo la costumbre lo hará posible…
Como algo que se simplifica con la muerte y su divino silencio,
Y como eso que nace luego de poder empezar hacer ruido nuevamente con el cuerpo.

Son varias lágrimas sostenidas por la sangre y un universo sagaz,
Hambre en la nostalgia de la voz cuando esta cansada de llorar por todo lo repetido,
Y una memoria gastada que favorece  al sabor de una cultura deprimida…

Algo tan pésimo como el ambiente de estas palabras de profundo conocimiento ante lo innecesario,
Que buscan cambiar la sustancia de la libertad, 
Y el preciso conocimiento de lo necesario,
Dejando allí detrás todo lo contenido en virtud del miedo.

Entonces es raro ponerse a perder los elementos del pasado,
Acusados de un signo de evolución permanente,
Y constantes como el circuito de la mente y sus métodos resultantes.
Luego de todo eso, 
El amor se extrañara,
Y el recuerdo y sus lágrimas,
Serán sostenidas por el indulto,
Y así entonces, será lógico respetar sus consecuentes heridas,
Es solo una rara forma de olvidarse de lo que había sido divertido,
Cuando se estaba en silencio, 
Tratando de disolver los modos de la sangre  en el contenido de la vida.      

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