jueves, 13 de diciembre de 2012

De alguien...


Soy de quien no para de pensar…
Pero que a su vez comprende que el cuerpo,
Entiende mejor las cosas que el estilo propio del conocimiento.

Una gestualidad en lo impensado y la sutil sorpresa de mencionar lo sucedido…
Podrás ver que todo alrededor lo ha sido creado y  merecido aún,
Pero a su vez pensaras que fuiste parte de todo eso que no has creado de ti…

Sugerir naturalmente lo in comprobable que tiene el concepto de la palabra, 
Y a su vez observar en el desarrollo de su sentido que es soberbiamente sagrado.  
Algo así como el pulso de esos silencios que a veces terminan doliendo de cuan sordo han sido…

Aún así el agua como sangre de esta tierra,
Provoca el movimiento indispensable para lograr bailar con tranquilidad sobre la esclavitud del miedo.
Pero en si lo profundo termina siendo lo peligroso,
Por la lógica presión que existe en su densidad,
Obviamente un mecanismo mas de exceso...
Es que es sustancialmente demencial  estar de acuerdo con los parámetros de los gustos y su exigente dominio,
Entonces de vuelta al agua el pensamiento se enfría y se hace silencio luego de ya haber sido lamentado.

Soy de quien no para de ser, en sí…
Y de algo más que no lo estoy recordando…
Fui de todas esas palabras que se han borrado por culpa del tiempo y de uno mismo,
Y aún lo sigo siendo, claro...
Es parte de ponerse a pensar y luego dejarlo en el olvido.
Es que a veces, el camino que uno crea es parte de ese sentido que tiene el silencio al hablar sobre lo prohibido,
Cumpliendo con el recorrido que en la sangre de nuestro cuerpo remedia el sentido de la soledad.

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